Sobre falsas alarmas y envenenamientos accidentales.

Hace unos meses, el pasado 2 de abril, recibimos una fotografía supuestamente de un envenenamiento de gatos en Sotogrande (Cádiz). De modo privado varias asociaciones lo distribuyeron entre quienes podrían estar interesados en comprobar los hechos (no a los cuatro vientos, si no de forma privada). Pero una persona, expulsada posteriormente del grupo de protección animal, decidió que lo importante era «subirlo a su facebook» lo antes posible por el «bien animal», y en pocas horas ya teníamos el mensaje de alerta por un envenenamiento masivo, del cual además se hacía responsable a una empresa privada. La denuncia policial no la hizo hasta días más tarde… lo importante era el facebook. Entre las justificaciones que dio, incluso llega a afirmar que el Seprona ha considerado «muy importante la alarma social creada en facebook»… y desde luego fue lo único que se consiguió.

Hay que entender que este tipo de actuaciones dificulta cuando no impide totalmente cualquier comprobación posterior sobre lo sucedido.

En mayo un medio de comunicación se hizo eco de la falsedad de las pruebas aportadas para semejante alarma, por lo que la autoridad que recibió la denuncia lógicamente no tiene mucho que investigar. Muchos rumores pero ninguna prueba fiable no llevan a nada.

¿Qué hacer ante estas situaciones? Como ya hemos dicho en otras ocasiones, antes de presentar denuncia se deben comprobar los hechos: primero se comprueban, luego se denuncia, y en tercer lugar, si procede, se hace público.

Hacerlo al revés, dejarse llevar por el afan de protagonismo, perjudica cualquier investigación y, en casos como éste, hace quedar en ridículo y perder cualquier credibilidad a quienes se hacen eco tan fácilmente de cualquier rumor. ¿No habéis leído el cuento del lobo?

Comida Gatos
Comida ubicada junto a setos en Sotogrande

En el caso concreto de Sotogrande, colaborando en un grupo de protección animal con otros miembros de la provincia de Cádiz (salvo la persona que denunció en falso en su facebook sin consentimiento de los demás, que fue expulsada por motivos evidentes), se detectó la posibilidad de que animales fueran envenenados accidentalmente por la ingestión de comida fumigada.

Esto sería posible por la costumbre de algunos vecinos de depositar comida bajo los setos, en una zona con numerosos zonas ajardinadas, donde no existen espacios señalizados para ello. De este modo, en determinadas fechas se realizan fumigaciones por la empresa de mantenimiento, con operarios totalmente equipados para evitar contacto con el producto que utilizan, pero que no señalizan antes ni después las zonas fumigadas.

Fumigador
Trabajador fumigando en Sotogrande

Por ello pensamos que los trabajadores no van a apartar el alimento de los animales, ni probablemente lo vean en algunos casos, y si los felinos vuelven luego a su lugar habitual, a comer lo que siempre han visto como alimento seguro, pueden resultar envenenados accidentalmente. No hemos detectado pruebas de «pastillas» como algunas alarmas dicen, ni comida envenenada a posta, pero sí estas situaciones que, entendemos, podrían dar lugar a casos de envenenamiento accidental.

La desaparición de felinos que denuncian algunas voces podría ser por muchas causas, inclusive por la recogida y traslado por parte de la empresa contratada por el Ayuntamiento de San Roque (Zoosanitario), por lo que dado el origen de la alarma por envenenamiento intencionado fue una fotografía falsa, esta posibilidad queda muy en entredicho.

Tenemos conocimiento que la Asociación Soto Cats Rescue está llevando a cabo un programa de actuación que pretende ubicar instalaciones concretas para alimentar a los gatos callejeros, que junto a algún tipo de aviso por parte de la empresa de mantenimiento que alerte de las zonas fumigadas, podría minimizar el riesgo.

Lamentablemente, parece que quienes se dejaron llevar por su afan de notoriedad y denunciaron una situación falsa, se niegan a admitir sus errores y quieren ahora cargar su culpa a terceros, lo cual obliga a las organizaciones a las que injurian a defenderse.

Las personas que están al frente de organizaciones supuestamente de protección animal deberían dar ejemplo respetando las Leyes y Ordenanzas, en lugar de saltárselas cuando les parezca, siempre que salga en su facebook para tener seguidores, claro está. O igual deberían cambiar sus fines por «cotillear y copiar a otras asociaciones» y tendríamos más claro a qué se dedican.

El ejemplo de lo acontecido en San Roque nos demuestra que, aunque en algunos casos fuera de buena fe, saltarse las Leyes y Ordenanzas para la protección animal, puede tener graves consecuencias para los propios animales.