Es lo que se entiende de la nota de prensa que leemos «justificando» la instalación de obstáculos en lo que suponen es una «zona ajardinada». Mientras la zona del Puerto de Sotogrande dispone de plazas reservadas para discapacitados en suficiente número e incluso bien ubicadas, una vez bajan del vehículo puede ser imposible moverse, según cuál sea nuestro destino.
Por ello distintos colectivos se han quejado del problema que supone, alegando la entidad responsable que, «según la Disposición Final Primera del Decreto 293/2009 de 7 de julio, por el que se aprueba el Reglamento que regula las normas para la accesibilidad de las infraestructuras, el urbanismo, la edificación y el transporte en Andalucía, en lo concerniente al calendario de la aplicación de las instalaciones existentes con anterioridad a la entrada en vigor del citado Reglamento, éstas no serán obligatorias hasta el día 1 de enero de 2019, para todas aquellas infraestructuras, espacios libres y viales, edificios, establecimientos o instalaciones existentes, ya sean de titularidad pública o privadas, que sean susceptibles de ajustes razonables.»
Resaltamos la palabra existentes porque actualmente se están instalando más barreras, por lo que debe ser que han entendido que si en las zonas urbanizadas se pueden colocar cuantas quieran hasta esa fech. Y ya mejor ni preguntar qué han entendido por lo de «susceptibles de ajustes razonables»….
Pero volviendo al experimento realizado estos días, durante los meses de julio y agosto las plazas de discapacitados no estarán disponibles porque el Puerto se cierra a partir de las 11 horas salvo para residentes y trabajadores. A partir de esa hora existe un espacio habilitado que hemos señalado como «Zona A» para estacionar quienes quieran entrar a las instalaciones… pero… ups… se les olvidó reservar una sóla plaza para discapacitados allí…
No importa, hay sitio suficiente, así que si aparcamos allí podemos bajar y hacer el trayecto a nuestro destino, en el ejemplo las oficinas de Sotogrande (marcado como Zona B) justo en los primeros edificios. La ruta marcada en rojo es la única por la que podemos entrar en silla de ruedas (y teóricamente también andando), y nos hace dar un rodeo para alcanzar un paso de peatones pero… ups… para llegar a él hay que cruzar cesped, zona ajardinada que al parecer no es transitable y justifica que la cierren con horquillas… ¿en qué quedamos?, ¿podemos pisar el cesped o tenemos pasos de peatones que no van a ninguna parte?
Descartada esa vía, volvemos a mirar hacia nuestro destino y… más allá de los bolardos, horquillas, o como quieran llamarles ahora… ¿qué vemos?… casi un circuito de carreras. A ver quién cruza el primero sin que lo atropellen…
Una vez sorteadas las horquillas, cuando hemos esquivado unos cuantos coches, avanzamos unas cuantas isletas (sin subir, que el cesped no se puede estropear), y vemos lo que parece el inicio de un paso peatonal… qué ilusión, si hasta lo han señalado en blanco para que no nos perdamos… qué mal pensados… en cuanto haces la mitad del camino entre los coches ya alcanzas la zona accesible… ¿o no?
Pues va a ser que no, porque aunque han hecho un esfuerzo titánico y hasta han quitado el bordillito para facilitar la salida… llenar el camino de piedras, por muy blanquitas que sean, como que no hacen que se ruede muy bien… mejor seguimos jugándonosla con los coches. Por favor, por muy bonito que sea el blanco, otro día no pongan tantas «piedrecitas» en nuestro camino…
No importa, seguimos por la calzada, con cuidado de no pisar el cesped sobre todo porque nos podemos hundir que hay cada hueco… y cuando casi estamos en las vallas de entrada… ups… también está prohibido que entren peatones… y yo que me dejé el helicóptero en casa…
Aún así, miramos para otro lado, pasamos entre las barreras, y conseguimos llegar casi a nuestro destino, las oficinas de Sotogrande… siempre sin pisar una sóla acera, más que nada porque no existen. ¿Lo conseguiremos?… no nos lo iban a poner tan fácil, ahora podemos elegir entre pasar los escalones de cesped o sortear los conos, que también es mala suerte que nos hayan tocado reformas…
Y por si los pasamos, ojito… ¿cómo se salva el desnivel entre ese lado y la puerta de las oficinas?… ¿habrán puesto una rampa?… ahhh…
Vale, entendido, hasta 2.019 ya sabemos que no entienden que sea obligatorio cumplir las normas de accesibilidad en sus modernas instalaciones «susceptibles de ajustes razonables»… ¡pero podrían ir empezando! Que a este paso necesitarán una década para ponerse al día.
Empieza por mirar en tu pueblo (PN de Guadiaro) como están dispuestas las terrazas de los bares, que impiden circular a peatones, con discapacidad o sin ella, por la acera.
Estimado ciudadano,
Como Asociación iniciamos los expedientes que vemos conveniente. No obstante, pese a no ser usted socio, si ha tenido algún problema como el que describe y lo ha transmitido sin éxito a la administración competente, puede hacernos llegar su queja por si entendieramos posible solicitar información al respecto.
Gracias por su interés.