Si la administración pide formalidad, exijamos formalidad.

En las últimas semanas hemos recibido distintas llamadas de administraciones tanto locales como autonómicas, solicitando que acudamos a sus dependencias para tratar distintas solicitudes. Lo curioso es que en la mayoría ya estuvimos, obteniendo siempre la misma respuesta cuando se llegaba a un punto de no retorno: cualquier cuestión debe usted pedirla por escrito.

Nuestro protocolo marca en esos casos que se debe insistir hasta en tres ocasiones al funcionario que nos atienda si sólo es posible comunicarse por escrito con su administración, si no pueden atendernos verbalmente para tratar el tema en su inicio y así disponer de mayor información. En el 99% de las ocasiones el personal que nos atiende insiste en que no, que en la administración se siguen unas normas y todo debe hacerse por escrito. En ese momento, como ciudadanos obedientes, marcamos el protocolo como «estrictamente formal» y desde ese momento no se admiten reuniones, conversaciones telefónicas, ni siquiera correos electrónicos informales para la tramitación del expediente.

Uno de los casos más recientes ha sido el del Ayuntamiento de Algeciras, donde acompañados de activistas de esa ciudad fuimos a las dependencias de Urbanismo y tras pedir cita previa, explicar brevemente la situación a la máxima responsable, y solicitar ver cierta documentación que tenía en las manos, ésta nos respondió que no podía dejarnos ver esos documentos -pese a ser información pública-, que debíamos solicitarlo por escrito y se nos daría la respuesta oportuna.

Como tenemos por norma le reiteramos hasta en tres ocasiones que nos parecía poco lógico que teniendo el documento en las manos y siendo información pública no nos dejara al menos leerlo, para así poder realizar las solicitudes con mayor conocimiento de la situación. La respuesta siempre fue negativa, así que como ciudadanos obedientes que somos pedimos copia de ésa y otra documentación por vía telemática -a través de otra administración porque Algeciras ni tiene sede electrónica ni se la espera-, recibiendo un atento correo electrónico hace unas semanas.

En él se nos «invita» a acudir a sus oficinas para facilitarnos allí la documentación relativa al tema a tratar, y una vez consultada nos darán, teóricamente, cuantas copias deseemos. No es que no nos parezca razonable su propuesta, pero resulta extraña cuando ya se les sugirió eso mismo tiempo atrás, y una vez marcado el expediente como «estrictamente formal» no proceden más visitas de cortesía.

Por experiencia suele ocurrir que en situaciones donde la documentación solicitada simplemente no existe, porque se han ejecutado obras sin licencia imposibles de legalizar -como en el caso concreto de este expediente vulnerando las normas básicas de accesibilidad-, y se llama a los ciudadanos a una reunión donde contar cualquier excusa e intentar que no pase de ahí. Se suele hacer una declaración de buenas intenciones, apelar a la falta de medios, a que todos somos humanos y por eso hay errores, etc, etc. Algo que no puede suceder en los expedientes estrictamente formales: sólo se admiten respuestas por escrito coherentes con la petición efectuada.

Por eso hemos informado al Ayuntamiento de Algeciras que declinamos su amable invitación, instándoles a facilitar la documentación solicitada en tiempo y forma, ya que de lo contrario continuará la tramitación del expediente con todos los medios de que disponen los ciudadanos para la defensa de sus derechos. El silencio no es una opción.